Infección que tiene como origen las estructuras que forman el diente y las estructuras de alrededor. Entre los síntomas encontramos dolor, inflamación, enrojecimiento del área, salida de pus, dificultad para abrir la boca, respirar y deglutir. Si no se trata un infección puede progresar hasta causar complicaciones mayores poniendo en riesgo la vida. Entre los tratamientos que se realizan se encuentran terapia antibiótica, extracción del diente involucrado, drenaje quirúrgico y curaciones con soluciones antisépticas.